¿Pueden los gobiernos locales generar más inversión?
Uno de los principales problemas que afrontan los gobiernos locales en el Perú es la limitada
capacidad para generar inversiones para sus respectivos municipios. Este problema encuentra sus causas por un lado en el aun
no culminado proceso de descentralización y transferencia de facultades del gobierno central a los gobiernos locales, y por
otro lado en la limitada capacidad de los gobiernos locales de atraer sistemáticamente inversión, provenientes tanto del sector
empresarial como también de agencias de cooperación y donantes, asocios estratégicos, fuentes locales o "apalancamiento" para
generar mayor inversión.
Generar inversión es un reto manejable que los gobiernos locales pueden eficientemente canalizar
para su beneficio, y ello dependerá mucho de la apertura conceptual con la que cuenten los alcaldes locales y sus asesores.
Atraer inversión del sector empresarial contándoles a los empresarios las bondades geográficas,
minerales y climáticas del municipio es una pérdida de tiempo. Ningún empresario en su sano juicio invierte si solamente cuenta
con una descripción del municipio. Los mal llamados "Planes de Promoción de la Inversión" con los que cuentan la mayoría de
los gobiernos locales se concentran en hacer descripciones de productos y no en identificar las oportunidades de negocio,
el aporte y las garantías (económicas y legales) del gobierno local, identificar las oportunidades de asocio y los servicios
financieros disponibles, identificar el riesgo-municipio por producto, la tasa de retorno de la inversión, el riesgo compartido,
las ventajas comparativas y competitivas que ofrece la municipio, e igualmente importante el lay-out territorial para ubicar
lo más eficientemente las futuras inversiones en la municipio, sin comprometer la fragilidad ecológica de los ecosistemas,
y que debe traducirse en los Planes de Ordenamiento Territorial, que a la fecha ningún gobierno local ha iniciado.
El gobierno central aun no le otorga capacidad de endeudamiento a los municipios, y ciertamente
deberían tenerla. En mi opinión, los bienes de los alcaldes y regidores, deben constituir fondos y bienes de garantía, pudiendo
estos y el gobierno local mismo, ser embargados por incumplimiento contractual, como ocurre con todas las empresas. Aunque
podrían generarse también nuevos arreglos contractuales con los gobiernos locales, como las conocidas pre-settled-disputes-arrangements,
o acuerdos para adoptar soluciones de conflictos contractuales previamente arbitrados. Definitivamente la inversión pública
debe asociarse con la del sector privado y empresarial para llegar a soluciones de reducción de la pobreza y generación de
ingresos
No se puede negar también que hay alcaldes que consideran que la promoción de la inversión es
el "begging" permanente ante el
gobierno central, y esto esta muy mal. También ha sido un error en el que han incurrido ya más de un gobierno local, el disponer
casi la totalidad de los fondos del gobierno local para gastos de inversión y gastos corrientes, sin pensar en que esos fondos
pueden ser contrapartida de nuevos fondos, o también servir de fondos de garantía, fondos para el apalancamiento o fondos
semilla para generar más capital a través de las decenas de mecanismos financieros y no financieros disponibles en el mercado
local e internacional, pudiendo de esta manera haber duplicado o triplicado su inversión.
En el caso de las fuentes de financiamiento que provienen de agencias de cooperación y donantes
es importante especificar que existen fondos para diversas líneas de financiamiento, y que cada donante tiene un enfoque distinto
de cómo resolver un mismo problema. La cuestión es que los funcionarios de los gobiernos locales por lo general no tienen
experiencia en la formulación de proyectos para donantes y también cuentan con una limitada capacidad de negociación ante
donantes por un desconocimiento del enfoque, los criterios o de los aspectos de interés de los donantes. Sin embargo, en la
mayoría de casos el ímpetu de los funcionarios y asesores de los gobiernos locales por resolver ellos mismos los problemas
es muy grande y desestiman ofertas de consultores expertos que han trabajado años con diversos donantes y que conocen mejor
los criterios de selección de proyectos que muchas veces los donantes no publican, perdiendo consecuentemente oportunidades
de generar inversión, en muchos casos no reembolsable.
Los gobiernos locales tienen muchas oportunidades de mejorar la gestión de la inversión en sus
territorios, pero ello empieza por aceptar que no pueden hacerlo solos.
Urb° Vladimir A. Arana
Ysa, Msc.
La Regeneración Urbana
En los últimos años se han materializado en Lima Metropolitana,
importantes proyectos de ingeniería vial, renovación de la imagen urbana y la puesta en valor de patrimonios arquitectónicos.
No obstante el importante beneficio, que estos cambios vienen generando en la Ciudad, se precisa un nuevo impulso desde una
perspectiva de crecimiento inteligente, de acuerdo con los nuevos modelos de desarrollo urbano que favorecen la racionalidad.
En este sentido, una correcta gestión ambiental de los usos industriales y económicos en general contribuirá a la integración
de las distintas zonas que forman el área metropolitana. Asimismo, diversas experiencias en ciudades americanas muestran
cómo la adopción de nuevos patrones de crecimiento urbano mediante la regeneración de áreas centrales e interiores se encuadran
en procesos más amplios de regeneración social en ámbitos como la seguridad ciudadana, la lucha contra la pobreza o el fomento
de la calidad de los recursos humanos.
Los nuevos principios de la planificación urbana
Las metrópolis son
aglomeraciones humanas con límites geográficos definidos, formados por distintos núcleos poblacionales de diferente entidad.
Se trata de unidades económicas fundamentales en el mundo contemporáneo, en las que la cooperación entre agentes públicos
y privados, tanto en la planificación urbana como en las estrategias económicas, deben reflejar esta nueva realidad. Las
áreas metropolitanas tienen una relación necesaria pero frágil con su entorno natural, de tipo medioambiental, económico y
cultural, ya que los cinturones verdes son para ellas lo que el jardín para una casa. Además, los impulsores del desarrollo
urbano no deben oscurecer o erradicar los límites de las metrópolis y el desarrollo debe realizarse hacia dentro, conservando
los recursos ambientales, el patrimonio arquitectónico e histórico y asignando nuevos usos a las áreas marginales y abandonadas.
Se deben desarrollar estrategias para impulsar la consolidación de los núcleos metropolitanos en esta dirección, en lugar
del crecimiento extensivo. Asimismo, el desarrollo y la revitalización urbana deben ser respetuosos con los patrones históricos
y los precedentes, al tiempo que conjugan un amplio espectro de usos públicos y privados que apoyen la economía regional y
beneficien a los ciudadanos de todos los niveles socioeconómicos. Debe disponerse de una oferta suficiente de vivienda asequible
que conecte así mismo con las oportunidades de empleo, evitándose las concentraciones de situaciones de pobreza y exclusión.
Igualmente, el ordenamiento territorial de la ciudad debe verse apoyado por una red eficiente de transporte masivo que
la articule, al tiempo que los desplazamientos en transporte público, a pie y en bicicleta se vean favorecidos y maximicen
la accesibilidad y movilidad urbanas, reduciéndose la dependencia del vehículo privado. Finalmente, los recursos deben
compartirse de un modo cooperativo entre los distintos agentes y los diferentes proyectos, evitándose una competencia destructiva
y promocionándose la colaboración y coordinación de medios de transporte, servicios públicos, actividades culturales y formativas,
vivienda e instituciones sociales.
Urb° Edgardo E. Reyes Jáuregui
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